María camina en soledad por las calles de la ciudad.
Los edificios parecen monstruos que acechan.
Es que en su mente,las imágenes suceden una y otra ves.
Solo recuerda aquel atardecer,que perdió a su querido Juan.
LLamaron a su puerta y al abrir,un hombre le pregunto.
Su nombre es María?.
-Sí María me llamo,respondió.
Save a unas cuadras,un joven pregunta por usted,
una bala traicionera su pecho alcanzo.
María salió corriendo,
y al llegar al lugar vió a su querido Juan sobre el asfalto herido,
esperando su llegada.
Quería decirle cuanto la amaba.
Cayó a su lado,lo tomo entre sus brazos,
beso su frente mientras murmuraba,
no me dejes Juan.
Y el apenas balbuceo.
-Recuérdame María,
te amo,pero debo irme,se acaban mis fuerzas,
perdoname, si no puedo cumplir mi promesa
de no alejarme nunca de tí.
Suspiró profundamente y se quedó como dormido.
María lo besó una y otra vez,
murmurando jamás te olvidaré mi querido Juan.
María suspiró profundamente,lágrimas brotaron de sus ojos,
un nudo cerró su garganta,miró a su alrededor,
y se alejo hacia un camino incierto.