María recorría las calles
de la ciudad mientras
sobre su cuerpo una llovizna
caía mojando sus largos cabellos
rojizos recorriendo su pequeña figura.
Sobre él aquel viejo vestido.
Unas blancas zapatillas en sus piés
y una pequeña mochila sobre su espalada.
Apresuraba sus pasos y mientras cual rosa
despoja sus pétalos en otoño
hiva borrando de su mente recuerdos
que queria olvidar.
Tuvo las mejores joyas.
Vivio en los mejores hoteles.
Recorrió casi todo el mundo,viajando
en grandes barcos.
Más esa mañana al despertar sintio como
caía la lluvia golpeando el ventanal
del cuarto.
A su lado dormía del que creyó enamorarce
aquella tarde que llego al pueblo.
Pasaron los días,se fueron conociendo.
Él juro amarla y le pidió que con él se fuera.
Hací lo hizo,una mañana muy temprano dejó
a su madre una carta donde unas lineas escrivio.
-Me voy querida madre
no sé si un día volveré.
-Dile a Juan que me perdone.
-¡Te quiero Mamá!
-No me olvides.
Sus ojos se llenaron de lágrimas,llegó a la estación
sacó su boleto.se acurruco en el viejo y mugroso banco
esperando la salida del hómnibus.
Una voz decía
-¡Arriba los pasajeros! estamos por partir.
Suvio,se acurruco en el aciento junto a la ventanilla.
Miró las calles y como queriendo serrar un libro,
corrió las cortinas,quería olvidar ese pasado.
Se quedó dormida,la voz del cofer la despertó.
-¡Hemos llegado a destino!.
Se levanto,tomo su mochila y vajo.
LLamo un taxi,suvio preguntando al chofer.
-¿Me lleva hasta el paso de las avez?.
-Él contesto,si cerquita nomás,ha llovido mucho
save y temo no poder luego salir.
-Pero voy cerquita ahí nomás.
-¿A lo de rosa Maria?
-Ella tiene las rosas más lindas del pueblo.
-¡Ha sí,no savia que cultivaba rosas.
Dicen que desde que se fue su hija,las cultiva
cada año esperando que regrese algún día,
y juan él novio que dejó sigue esperándola en
su casita de Los Juncales.
Los ojos de María se llenaron de lágrimas que
corrían por sus mejillas y en un pequeño solloso irrumpio
-Disculpe ¿le pasa algo?
pregunto el chofer.
-No dijo María,solo que al escucharlo me emocioné.
-Ha bueno ,emos llegado,maría pago su viaje y vajo
y dijo suavemente,esa María yo la conosco,
esa María soy yo.
-Disculpe si la he ofendido,y arrancó el motor y se alejo.
María comenzó a caminar,sus zapatillas se hundían cada vez
más en el barro mientras venian a su mente recuerdos
de su niñez,cuando Juan y ella eran niños y jugaban
en él saltando y riendoce.
LLego hasta la puerta de la casa,su perro Tom muy viejito
descanzaba en el humbral.
María con sus manos temblorosas las golpeo llamando.
Una señora muy bonitade mirada trizte se acercó
preguntando¿Desea algo usted?.
María se acercó y dijo simplemente con la voz entrcortada
por la emoción.
-Soy yo mamá ¿no me reconoces?.
María Rosa,la miró detenidamente.
-¿Eres tú mi María? ¿mi pequeña María?.
-Sí soy yo respondió María.
-Su madre la abrazo fuerte mente contra su pecho
llenando sus mejillas de besos mientras hambas lloraban.
-¡Perdoname mamá si te hice mucho daño!.
Su madre con su manos temblorosas acarició su frente.
-Calla no digas nada María y ven dame tu mano
ahí atrás en los rosales hay alguien que viene todas
las mañanas ha preguntar si has vuelto.
-¿Quién mamá?
-descubrelo tu misma.
A llegar a los rosales María vió a un señor que
algunas canas cubrian sus cabellos.
Su madre lo llamó,¡Juan! mira quien ha vuelto.
Juan se dió vuelta,miró y buscó con su mirada
el rostro De la joven casi sin conocerla,
es que la cabellera de María havía camviado de color
antes negro azabache y hoy color de los trigales.
María con su voz suavemente dijo.
-Soy yo Juan.
Juan se acercó ¿eres tú María,has regresado?.
-Sí Juan,¡perdóname yo!.
Juan apoyo su mano temblorosa en los labios de María
y dijo,no digas nada María,déjame solo tomar tu mano
y si todavía tienes una pequeña llamita en tu coraón encendida
yo la avivaré de a poquito sin apuro,te enseñaré
cual es él verdadero amor.
Una sorisa se dibujó en los labios de María,dió su mano
a Juan,como entregandole su vida para volver ha creer
que todo no estaba perdido en su vida,
que junto a Juan podía volver ha amar y ser feliz
con las pequeñas cosas que le havía dado la vida
en ese pueblito,su pueblito,que nunca tendría que
haver dejado