María con sus pasos
muy lentamente recorre
la ciudad.
LLeva una pena muy grande
en su corazón.
Es que,hace unos meses
su amor se marchó,
dejando una gran herida
en su corazón.
Siente que tal vez
jamás volvera.
Solo dejó un sobre
en la mesita de luz con
simples lineas que ella
no alcanza a comprender.
-Adios mi amor,
me alejo de tí,
se que nuestro amor fue
hermoso y verdadero.
Pero devo alejarme,
no se si volveré.
Mi pasado me condena,
pués a otro amor dejé.
Hoy recibi una carta
donde dice.
Vuelve amor,
te estamos esperando,
tú pequeña hija y yo.
María la leyo una y otra vés.
Las lágrimas de sus ojos
verdes esmeraldas brotaron,
las cuales secó rapidamente.
suspiró profundamente,
un nudo apreto su garganta
y con voz entrecortada por el llanto
se dijo jurando.
No sé si volveras.
¡Pero te juro amor !
¡que aquí ya no te estaré esperando!.