El blog de hermososeptiembre.over-blog.es

-ESCÚCHAME

-Miráme a los ojos

y juráme que ya

no me quieres.

Que éste amor

que siento en mi corazón,

para tí solo mentira fué,

-Espera,no te alejes.

¡Respondeme!.

-¿Que fueron esos¡te quiero!.

Que tantas veces murmurastes

en mis oidos.

-No seás,tan cobarde.

-Responde,

Tú que sonreias.

Y en cada pregunta mía

con esas sonrisas sobradoras respondías

Que otro amor no tenías.

-Díme,¿porqué tantas mentiras?.

-Si por mí amor ninguno sentías.

-Responde,ten la valentia por un segundo

y mirándome a los ojos responde.

-Ho eres tan covarde que no tienes

el valor,de enfrentar la realidad.

-Escúchame! ya que no puedes,

telo diré yo.

-Vete y no vuelvas jamás arrepentido.

Serrare mi corazón con fuertes candados

y con llaves para tener prisionero

éste amor,que no mereces.

Y de a poquito le pondré curitas

para sanarlo,de éste amor

que solo mentiras fué.

-Vete yá mismo y no vuelvas.

Mi puerta serraré y en ella los recuerdos.

Alejándome para que no queden huellas en mi corazón

Caé la tarde.

El sol se esconde

muy despacio.

Los pájaros revolotean

y van en busca de sus nidos

antes que salga la luna,

que travieza juega entre las

nubes a las escondidas

con el sol.

María sentada en el halero

de la casa, observa las rosas

del jardín.

El aroma de los jazmines invaden

el lugar.

En su mente,los recuerdos vienen y van,

de un pasado cuya historia no tubo

buen final.

Siente frio,es que una suave briza roso

su cuerpo.

De sus ojos color miel,lágrimas afloran.

Siente un dolor muy fuerte en su pecho.

Suspiros salen desde lo más profundo

de su ser.

Es que extraña a su amado Juan.

Sus manos que acariciaban suavemente

las suyas.

Esos ¡Te quiero!

dichos en sus oidos casi como un susurro.

Pero hoy,ya no está a su lado.

Se pregunta una y otra vez.

¿ Porqué se ha ido?.

Y no halla respuesta.

Creyó vivir un amor increible,

que duró apenas unos años.

Recuerda,que una tarde de otoño

cuando apenas caían las primeras hojas,

y una suave briza rosaba sus rostros,

sus manos acariciaron las suyas,

sus labios la besaron dulcemente,

luego sus ojos la miraron fijamente,

sin pronunciar palabra alguna.

Y ahí se dió cuenta que algo pasaba.

Fueron desprendiéndoce sus manos

de las de ellas,

Acarició nuevamente su rostro,se dió vuelta

y emprendio sus pasos hacia la carretera.

Y sola quedo con su dolor,mirando hasta

que se perdió su imagen.

María seco sus lágrimas,que seguían brotando,

suspiró nuevamente.

Un nudo apriciono su garganta,quería pronunciar

su nombre más calló.

La luna, comenzaba ha brillar en el cielo azul.

Y pregunto a su corazón.

-¿Hasta cuando,seguirás con ésta herida abierta?.

-Savés, me he combencido,pondré curitas para sanerte.

-Mañana abrá un nuevo amanecer,y quiero despertar

con una sonrisa en mis labios.

Dejaré la valija preparada,

lugo abriré la puerta,tomaré por el viejo camino

que me llevará,no sé a donde.

Pero te juro corazón,que nunca regresaré.

Quiero ir en busca de la felicidad perdida 

Mi cuerpo extraña tus caricias,

La mirada de tus ojos color miel,

Tu boca,que besaba con ternura.

Tus manos suaves que acariciaban las mías.

Esos ¡Te Quiero!.

Dichos muy despacito en mis oidos ,casi como un susurro.

 Y la simplesa, de éste nuestro amor.

Pero hoy ya no estás,

Y cada día creo escucharlos esos ¡te quiero!.

Es que la vida nos ha separado.

Te has ido hace mucho tiempo,

Todavía me pregunto ¿ por qué?.

Y no encuentro la respuesta.

Sé, que nuestro amor, fué un amor increible,

pero duró tan solo unos meses.

Y cuando caían las primeras hojas de los árboles,

y una suave briza besaba nuestros rostros,

te alejaste aquel atardecer.

Besaste dulcemente mis labios,

acariciaste mis manos, tus ojos se clavaron en los míos.

Y ahí supe que algo estaba pasando.

Fueron desprendiéndoce tus manos de las mias,

suavemente acariciaste mi rostro,te diste vuelta

y sin decir palabra alguna,emprendiste tu camino hacia

la carretera.

Y yo sola quede,yo sola y mi soledad,

de mis ojos lágrimas brotaron.

mis labios pronunciar tu nombre no pudieron,

púes un nudo apricionaba mi garganta,y casi sin fuerzas,

volvi a la casa.