El sol quiso jugar
a las escondidas
trás las nubes
pero Dios no lo dejó.
La luna quiso dormir
y no alumbrar
el cielo azul.
Las estrellas se negaban a tintinear
pero DIOS no los dejó.
El agua se negaba
a recorer su camino
y en cacada sobre el prado.
Pero DIOS no la dejo.
Las flores en los jardines
no habrian sus pimpollos.
Pero DIOS no los dejo.
Mi alma no entendia porque
tanta tristeza.
Y DIOS con todo su amor
ordeno al sol y a las estrellas alumbrar
al agua recorrer el camino
a las flores nacer.
Y a mi alma sanar
de esta gran tristeza