Ese atardecer María sintió
ganas de galopar,preparo
a su caballo hazabache.
Se vistió con sus negras calzas,
Su bluza de seda blanca,sus botas
para cabalgar y un sombrero de alas
anchas que cubria sus cabellos color
de los trigales.
abrio la puerta y fue en busca de hazabache
se suvió y en fuerte galope se dirigió hasta
la montaña,al llegar se bajo y casi al orilla de ésta
comensó a mirar hacia el valle,donde estaba su
pequeño pero hermoso pueblecito.
Las lágrimas brotaban de sus ojos color miel.
Una gran ira contenida en su pecho la ahogaba
más en fuerte grito se transformo.
Y el eco repetía.
-¿Por qué?,¿por qué?.
¿Por qué te has ido?,¿por qué te has ido?.
Si teníamos toda una vida para estar juntos.
¿Dónde quedaron nuestros sueños?.
Que juntos estaríamos toda la vida.
El vestido blanco y el tul que mis cabellos cubriria,
el ramo y hasta el rosario que en mis manos llevaria
en la valija lo he guardado para ya no verlo.
¿Por qué te has ido?.
-Y a voz Diocito te pregunto.
-¿Por qué lo alejastes de mi lado?.
-Si él era para mí la vida misma,
¿Por qué? si savías que teniamos sueños.
Tú saves muy bien, que sin él la casa está vacia.
Y és tan grande éste dolor,que voy muriéndome
de a poco,esperando el día en que su alma
se encuentre con la mía.
-¿Díme Dios? ¿Hasta cuando tendré que vivir con ésta agonía?.
Más sin darce cuenta sus piés resvalaron hacia el vacio,
María no sintió miedo,comprendió,que Dios en su inmenzo amor,
La llevaba junto a Juan,su querido Juan y eterno amor,
para que su alma se encontrara con su alma gemela.