La tarde se va desvaneciendo como
se esfuma una imagen en los recuerdos.
La luna quiere asomarce,más grandes nubes
oscuras llenas de relámpagos la cubren,
iluminando por momentos el jardín de los rosales.
Los pájaros en las ramas de los frondozos árboles
se han refujiado.
Hasta Toom,el viejo perro asustado,en el alero de la pequeña
casa se ha refujiado.
Una intenza lluvia comenzó a caer y un fuerte viento la acompaña,
moviendo los árboles queriendo arrancarlos.
Más de pronto, con fuerzas golpea contra el ventanal de la habitación
abiendola.
Sentada en el viejo sillón,una joven de tez morena,cabellos color hazabache,
ojos color miel,cubierto su cuerpo con blanco vestido,sujeto en la cintura
con lazo azul.
Sus suaves y blancas manos,apricionan contra su pecho,una carta
que recivió esa tarde de su madre,que muy lejos estaba.
Púes la vida las separó aquél atardecer,cuando desidió irce de su lado,
para creser y buscar su propio destino.
Las lágrimas brotan de sus ojos,corriendo por sus mejillas dejando
un savor amargo en sus labios y en pequeños susurros se pregunta.
-¿Porqué madre querida?.
-¿Porqué no esperastes por mí?.
Volvió a leer nuevamente la carta que decía.
Querida hija.
Mi querido Solcito ¿recuerdas?
Hací te llamaba cuando apenas
corrías por la casa.
Y tú con una sonrisa me alegrabas el alma.
-Hoy decidí escribirte de una manera especial.
-La vida se me va y me quedan pocos días.
-N o quiero que te pongas triste.
-Mi corazón estará siempre contigo.
Cuando me nesecites,coso tienes que llamarme
y vendré a tu lado.
Piensa en los días felices que vivimos juntas.
Quiero que esa niña hoy ya mujer,
Que creció de repente y fue en busca de su porvenir.
no olvides nunca de llevar la frente muy alta.
Lucha por lo que quieres,sin olvidar de brindar tu mano
a quien lo nesecite.
Ten la valentía,de pedir disculpas,si te equivocas.
Y la humiladad de los grandes.
LLena tu corazón de buenas acciones,
Pero sobre todas las cosas, sed vos misma,con tus defectos
y virtudes.
Jamás dejes de soñar.
Sed libre como los pájaros,pero a la vez,como las ovejas
cuidando su rebaño.
Y acuerdate siempre que jesús camina a tu lado