La tarde se va adormeciendo
cansada de tanto trabajar.
El sol se esconde tras las nubes.
La luna y las estrellas juegan
a las escondidas antes de salir.
La plaza de bellas flores adornada está.
Los faroles se van prendiendo uno a uno,
para que la noche con su manto negro
no oscuresca totalmente el lugar.
Los pájaros en sus nidos,se han acurrucado
para esperar el nuevo amanecer.
María sentada en el viejo y sucio banco está,
suspira y lee nuevamente la carta,que su amado
sobre la mesita ésa mañana dejó.
Unas pocas lineas despidiéndoce.
De sus ojos brotan lágrimas y en su corazón
mucha tristeza hay.
No comprende y se pregunta una y otra vez.
-¿Por qué?
-¡Si jurabas amor eterno!
y tus labios besaban los mios con tanta pasión.
-¿Es que no me daba cuenta?
que solo de mi te reías.
-Oh a caso ¿la rutina diaría nos separó'
¡Pobre de mí!, que creía en tu amor.
-Solo una estúpida fuí al creer que
me amabas como yo a tí.
¡Hay corazón loco!.
¿Cómo no comprendiste'
Que su amor solo era mentiras,
mentiras sus ¡Te quiero!.
¡Hay corazón! tendre que ponerte curitas
para que no desangres más.
Y aprender a vivir sin su amor y en soledad